jueves, 27 de septiembre de 2012

Los sueños, sueños son

La vida está hecha de sueños: sueños rotos, sueños manidos, sueños por cumplir, sueños cumplidos... Algunos locos, sin sentido, de esos de los que deseas beber hasta saciarte. Otros coherentes, los llamados "própositos" de vida, que se espera que sean más o menos fáciles de llevar a cabo, pero realizables.

El problema surge simple y llanamente cuando no te quedan sueños, cuando al despertar a la realidad no recuerdas un sólo trazo de ellos y lo único que eres capaz de anhelar es que esa sensación de vacío interior desaparezca pronto, cuanto antes, de tu vida; esa sensación, a veces agradable, a veces no, de sentirte apartado del mundo aunque realmente no tengas motivos para ello. Es en esos momentos en los que más deseas tener algo en lo que aferrarte, algo que te consiga sacar a flote. Llegados a este punto es bastante difícil volver a sonreír de verdad e incluso a confiar en las personas que te rodean, pero la solución es más sencilla de lo que aparenta ser: cierra los ojos, inspira, suelta el aire; vuelve a soñar, primero imágenes, luego detalles... hasta soñar una realidad que te aparte del sufrimiento, una en la que sí puedas volver a empezar.

Soñar, por ahora, es gratis pero... nadie dijo que fuera fácil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario