martes, 25 de diciembre de 2012

25 de Diciembre

Llovía. Unos tenues rayos de sol se filtraban entre las nubes que, con ligereza, vaciaban su contenido hacia un suelo húmedo, lleno de hojas. Unas marchitas, otras caídas recientemente. Las ramas desnudas de los árboles se abrazaban y anastomosaban. A lo lejos sonaba el suave rumor de una cascada, creada, tal vez, por la crecida del río ante el temporal acaecido la noche pasada. Un día como otro cualquiera, tal vez, pero era Navidad. En un banco, totalmente mojado y lleno de musgo, estaba Ella, esperando. Igual que esperó los últimos cuatro años. Igual que esperaba desde aquel día en el que la vida se lo arrebató todo: pertenencias y sentimientos. No tiene nada, ni nadie por quién sufrir, y aunque lo tuviera no lo haría. Sus manos posadas quedamente sobre el regazo, su rostro sin expresión, sus ojos vacíos entornados hacia el infinito. Esperando. Su cara, de niña joven; su rostro de vejez absoluta. Su cuerpo, sin señal alguna de agotamiento físico; más su presencia, sí, su sola presencia, te contagiaba de un cansancio espiritual tal que si hubieras vivido cien años. Esperando. Tal vez a una persona, tal vez un sentimiento. Y a su alrededor todo estaba en silencio. Esperando una blanca y feliz Navidad, que no llegaría nunca.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Último poema hasta diciembre.

En noches de luna fría,
con calor que hiela el alma,
entre luces de tinieblas 
pasa la Santa Compaña.

Puntos de luz obscurecen 

del anochecer al alba
toda la tierra, y los cielos
cubiertos de nubes bajas.

En la penumbra que queda

por estar iluminada
por fuegos fatuos de trueno
que del cementerio escapan,
todo un desfile de espectros
entre los pinares pasa,
alucinando las mentes
y destrozando las almas.

Las viejas rezan muy tristes 

metidas entre las sábanas.
Los mozos quedan hiposos,
las mozas lloran calladas
asustadas por el paso
de la tropa endemoniada.
Pasa la Santa Compaña,
la Santa Compaña pasa.

En los cuerpos entra el frío

de un amanecer de helada,
y el subconsciente se quiebra:
pasa la Santa Compaña.

¿Por qué tiemblan en sus nidos

los gorriones, urracas,
las tórtolas y cuclillos
que al atardecer cantaban?
¿Por qué los perros mastines
que al jabalí le dan caza,
gimen, gimen asustados
sin saber lo que les pasa?

En la noche de invierno

pasa la Santa Compaña.

sábado, 20 de octubre de 2012

Tardes de lluvia

Uno de los mayores placeres de la vida es permanecer tumbado en el sofá, con una manta bien caliente y escuchando buena música en el portátil mientras fuera hace frío y llueve. Es un sonido muy relajante y que encaja a la perfección con la mayoría de las canciones que nos inspiran días así, y que aún encima nos invita a soñar, a recordar noches alegres y mañanas tristes. Días de "casi felicidad" y tardes de soledad, en las que te das cuenta de que realmente estás sola.
Por que la gente va entrando en tu vida, deja huella (a veces profunda) y luego decide desaparecer, la mayor parte de las veces sin dejar ni contar con una explicación posible. Entonces te quedas triste y la tendencia es aferrarse como a un clavo ardiendo al resto de personas que siguen contigo... hasta acabar agobiándolas y que ellas elijan marcharse también.
Y te quedas hundido en lo que crees que es tu miseria durante días, noches, semanas e incluso meses, hasta que un día, con los ojos rojos e hinchados (pero sobre todo abiertos), caes en la cuenta de que esas personas, las que se marcharon, no eran en realidad tan importantes y desaparecieron de tu vida porque tú lo elegiste así, mientras que los que se quedaron a tu lado (esos que antes no veías) es porque siempre van a estar ahí.
                                                             Entonces, sólo entonces, sonríes.

jueves, 11 de octubre de 2012

Noche de luna llena

Es suave el cielo, claro, sin estrellas. La noche se ilumina aparatosamente. Hay embrujos en e ambiente, terror en el campo. Las pitas se erizan agrias. Mochuelos y búhos, lechuzas y otos, salen de caza, depredadores intensivos de la fauna pequeña y descuidada. No hay silencio y eso que el silencio es grande. Pero pavoroso. La luna hiere el cerebro del caminante, que se apresura a retirarse lo más rápido posible.  Miedo, soledad en compañía. Carreras presurosas de alimañas asustadas. El fiero alacrán yace escondido entre las piedras, buscando el ser olvidado. La peligrosa tarántula no caza, aunque en sus redes acanastadas caigan insectos de jugoso néctar.

Las sombras se van alargando, como dedos asesinos que busquen los miembros de sus víctimas rituales. No hay paz en la noche de paz intensa. Hay terror, hay inquietud desesperada. Corren malos vientos en la noche de levante en calma; un viento que no mueve las hojas de los árboles, pero que es huracán transportando maleficios. Parece que del cercano cementerio se escapan almas incoherentes buscando una venganza contra el mundo de los vivos. Van rodeadas de una aureola de hastío con volantes de maldad y sañuda agonía, triste y desesperada.

Todo se rompe con el primer rayo de la luz del alba, que a lo lejos, aparece inquietante, dominadora, poniendo en fuga a los dueños y señores de la noche. En el Sur, las cosas pasan así.

lunes, 8 de octubre de 2012

Socorro

La luz que se refleja en los charcos
emana fugaz de tus ojos,
lágrimas negras ya olvidadas
hoy son en la acera leves pozos
brillantes, diminutas estrellas
que marcan cada paso a dar.
El camino por ti iluminado,
senda de desgracia y gozo
mojada en la lluvia de tus penas,
lo sigo, con el alma a trozos
      [despojos causados en el mal
       del que tu sales]
                             mientras me hundo.
Para mí no hay luz salvadora,
mis ojos no brillan ni mi alma arde
como la tuya.

sábado, 6 de octubre de 2012



"¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son."



Vivir y soñar, van cogidos de la mano. El que tiene vida, sueña y el que sueña lo hace porque ha vivido. Soñar para mí es... volar hacia una nueva realidad, "emborracharme" con cada recuerdo de mi existencia y llegar a ese lugar donde no importa ni el cómo, el porqué... donde lo único que se respira son las ansías de quedarme junto a la persona querida. 

jueves, 4 de octubre de 2012

Desfile de camellos

Desiertos. Noche de arena.
Las palmeras dan quejidos
con aire de petenera.
Por los zocos se tamiza
una taranta minera.
Desde el mar llega la brisa
con tientos de malagueñas,
y un ritmo de sevillanas
con su poco de pimienta.
La sal, en los arenales
de las dunas tan estrechas, 
van cantando seguidiyas
con su gotita de pena.
Una luz pasa en silencio 
corriendo entre las estrellas
que juegan al escondite 
entre nubes polvorientas.
Y en las chozas se jalea 
con un fandango de Huelva, 
alegrías gaditanas,
amargas cartageneras
de púnicos cantaores,
granaínas verbeneras
y ese canto de misterio
que exhala Sierra Morena.

martes, 2 de octubre de 2012

I was beautiful in the dark,
strange when no one was.
I try to be perfect for you
getting everything you want...
I want to recover myself
going so deep, going so far
but I just know in the end
I'll be alone, crying for you,
inside, I'll be alone and sad
by the time you say goodbye.

Because no one can be into me 

at the way you can,
before I'd want to be free
and now I dream in your arms.

Ill be beautiful in the light

going out of your hand.
I´ll be strange diving in your eyes


domingo, 30 de septiembre de 2012

Soñando un poco :)

Este fin de semana tuve la oportunidad de estar en uno de los sitios que, para mi, es de los más mágicos de Galicia. Un lugar que te invita a la reflexión, que te mece entre sus encantos y te hace desear parar el tiempo justo en ese instante. Un lugar que es casi un sueño hecho realidad :)










jueves, 27 de septiembre de 2012

Los sueños, sueños son

La vida está hecha de sueños: sueños rotos, sueños manidos, sueños por cumplir, sueños cumplidos... Algunos locos, sin sentido, de esos de los que deseas beber hasta saciarte. Otros coherentes, los llamados "própositos" de vida, que se espera que sean más o menos fáciles de llevar a cabo, pero realizables.

El problema surge simple y llanamente cuando no te quedan sueños, cuando al despertar a la realidad no recuerdas un sólo trazo de ellos y lo único que eres capaz de anhelar es que esa sensación de vacío interior desaparezca pronto, cuanto antes, de tu vida; esa sensación, a veces agradable, a veces no, de sentirte apartado del mundo aunque realmente no tengas motivos para ello. Es en esos momentos en los que más deseas tener algo en lo que aferrarte, algo que te consiga sacar a flote. Llegados a este punto es bastante difícil volver a sonreír de verdad e incluso a confiar en las personas que te rodean, pero la solución es más sencilla de lo que aparenta ser: cierra los ojos, inspira, suelta el aire; vuelve a soñar, primero imágenes, luego detalles... hasta soñar una realidad que te aparte del sufrimiento, una en la que sí puedas volver a empezar.

Soñar, por ahora, es gratis pero... nadie dijo que fuera fácil.