Lo leí hace poco: “en la vida existen dos caminos, el que es
fácil y el que es justo”. El primero te regala una maravillosa vida terrenal
mientras se cobra su precio dejándote sin conciencia o moral, pudriéndote por
dentro como una enfermedad. El otro te premia con una conciencia libre y
tranquila, pero para conseguirlo estás expuesto al dolor del mundo. Dios, por
amor, nos hizo libres, libres para elegir el camino por donde llevar nuestras
vidas; pero, Dios que es amor, cometió tamaña crueldad al crearnos así ya que hagamos
lo que hagamos las personas con nuestra vida, nunca estaremos libres del
sufrimiento. Del dolor. Porque somos seres viles y despreciables, no merecedores
de ese Amor, ni siquiera de un poco de Compasión, pues, vayamos donde vayamos
lo único que conseguimos es, sin quererlo, generar odio, eso es algo inherente
al ser humano, ¿Por qué, oh Amor de los amores, nos hiciste capaces de odiar,
por qué nos hiciste libres de lograrlo? Es imagen y semejanza que no igualdad,
eso bien lo comprendo, pero no soy capaz de imaginar que semejanza puedes Tú
tener con el odio, con la vileza. ¿Es algo generado sólo por nosotros, sin
influencia más que mundana? Entonces el mundo nos odia, nosotros odiamos y
nosotros NOS odiamos. Y no lo entiendo. El mundo es Amor venido a nosotros
directamente de tus manos, ¿cómo puede odiarnos? Somos nosotros los que, con
nuestra maldita libertad, nos metemos en tamaños problemas. Y soy yo, sin culpa
de nadie, la primera que se odia.
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