Las arañas se deslizan por tus heridas mientras tú, semiinconsciente arañas, soltando un ultimo suspiro que se vaporiza con el frío que proviene del exterior, esa puerta entreabierta para buscar una vez más la salvación de tu alma. Alma...también llamada esencia, psique, ánima o espíritu... pero alma al fin y al cabo. Esa existencia propia, interior, tan frágil y sobretodo tan proclive a resquebrajarse ante la suciedad del universo, que nosotros mismos creamos con documentos que imprimimos en los que vendemos a plazo fijo nuestra existencia; pero ¿de cuántos de estos documentos se compone una vida? Y, mal que pese, el mundo siempre ha sido así. A lo largo de la historia el alma se nos representa de muy diversas formas y, si indagamos en la herida de los tiempos pasados, veremos que esa historia siempre ha sido tediosa, corrupta, miserable...pues siempre han convivido ricos y pobres, afortunados y desgraciados, enfermedad y cura, arriba y abajo, claro, oscuro, blanco, negro, bien, mal... y sueños. Y sé, confío, en que todos seguimos teniendo de desigual manera, unos mejor que otros, en la ironía del silencio y del subconsciente el sueño arraigado en el alma, la penumbra de nuestro poco intuido interior pensante.
Camino sola por las callejuelas de este pueblo. Camino mientras hablo sola y pienso "¿dónde estás tú?" Quizás de regreso a casa, sin dar señal alguna de vida. Eso tampoco me decepciona, más me sorprende, sí. Claro, pero tú tienes derecho sobre ti y tus acciones... debes tomar tus propias conclusiones y resoluciones, y, si has vuelto a casa...
...dale recuerdos a mamá.
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